domingo, 30 de marzo de 2014

Tras-tornado

No cortan tus palabras,
no cortan tus puñales,
no sangra la poesía
no lloran los segundos
no hablan las palabras
no escuecen las heridas
no luchan papel y mina;
no corre el mar por ti.

No existen los fantasmas
y no se puede adelgazar 
saludablemente y sin depresión 
u otro trastorno de lo que sea
cinco kilos en una semana.

Tú me has cortado
y estoy tratando de reanudar
el discurso de la piel;
tú has sangrado por mí
y has conocido mis lugares 
con menor distancia al núcleo.

Tú hablas cuando canto 
con una guitarra en las venas.
Tú escueces
mucho,
tú escueces
y luchas con mi razón
y corres como mil caballos
con la meta en el mundo.

Y desde hace un tiempo
creo en algún que otro fantasma 
como la recreación de mi mente
de tu manera de coserte a mí
como quien se cose la almohada a un sueño
para que no termine.

Hace un tiempo que me da igual comer sano 
y la váscula dice lo contrario:
tras-tornado.

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