martes, 4 de febrero de 2014

Uno

Por miedo a sentir me escondí en el único rincón de mi corazón dónde no llegaron tus caricias, la razón. Me escondí donde las letras no se dañaban con el agua, donde la distancia se dejaba enfriar y el frío no dolía.

No me importaría encontrarme a alguien como tú cada mañana... Alguien sin miedo a sentir porque no hay nada que perder, no hay postores si hay amor. No me importaría estar dispuesta a saltar sin miedo a llegar al otro lado, no me importaría esperar por un beso.

No, no me importaría escribir cada noche en tu subconsciente un recuerdo para que sueñes conmigo. No hay dos sin uno. La razón ganó por un metro de hielo al corazón aprendiz. ¿De qué sirve una mano si te da miedo agarrarla? ¿De qué sirve un te quiero si no te atreverás a decirlo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario