(2012)
Te debo la vida que no nació conmigo,
la que me das al sonreír sin ombligo.
Debo lo que no se compra ni se salda;
todas las gracias que no fueron dadas.
Escucha el susurro imposible que digo;
háblame de ti, hoy quiero ser mendigo
de almas como la tuya que sin ser dama
de vez en mes deciden robarte la calma
e invitar a correr contra el viento sin marea.
Con el alma de un pirata libre, libre y cabalga;
de espaldas tus piel guían seguros, descalza.
Ciega no seguiré tus pasos, los míos ya tienen
su propio camino; casualidades coinciden,
¿te animas a vivir desde lo que no dicen?
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